Almost ready!
In order to save audiobooks to your Wish List you must be signed in to your account.
Log in Create accountLimited-time offer
Get two free audiobooks when you make the switch!
Now’s a great time to shop indie. When you start a new membership supporting local bookstores with promo code SWITCH, we’ll give you two bonus audiobook credits at sign-up.
Make the switchGift audiobook credit bundles
You pick the number of credits, your recipient picks the audiobooks, and your local bookstore is supported by your purchase.
Start giftingEl Santo Evangelio Según San Juan
This audiobook uses AI narration.
We’re taking steps to make sure AI narration is transparent.
Learn moreSummary
El Verbo hecho carne
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.