Almost ready!
In order to save audiobooks to your Wish List you must be signed in to your account.
Log in Create accountThe Credit Bundle Sale is here!
Celebrate local bookstores with 10% off all credit bundles, perfect for holiday gifting or for yourself. Don’t miss out—sale ends December 12th!
Limited-time offer
Get two free audiobooks!
Now’s a great time to shop indie. When you start a new one credit per month membership supporting local bookstores with promo code SWITCH, we’ll give you two bonus audiobook credits at sign-up.
Sign up todayReflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social
This audiobook uses AI narration.
We’re taking steps to make sure AI narration is transparent.
Learn moreEste texto siempre fue considerado por Simone Weil como su obra principal. En 1940, cuando pensaba irse de Francia, le escribió a un amigo para hacerle saber que le concedía un valor particular.
Aunque fue escrito hace cerca de medio siglo, este ensayo llama la atención por su inmediata actualidad. Tras leer el manuscrito, Alain (Émile Chartier) le escribió a la autora: "Su trabajo es de la mayor importancia" y forma parte de esos pocos trabajos que abren "el futuro próximo" y preparan la "auténtica Revolución".
El período presente es de esos en los que todo lo que parece suponer una razón para vivir se evapora y, si no queremos caer en el desasosiego o la inconsciencia, debemos cuestionarlo todo. Que el triunfo de los movimientos autoritarios y nacionalistas arruine por todas partes la esperanza que las buenas gentes habían depositado en la democracia y el pacifismo no es más que una parte del mal que nos aqueja; este es mucho más profundo y amplio. Podemos preguntarnos si existe un solo ámbito de la vida pública o privada en el que las fuentes mismas de la actividad y la esperanza no estén envenenadas por las condiciones en que vivimos.
Simone Weil nació en 1909 en París, Francia. A los 19 años ingresa en la École Normale Superiore, con la calificación más alta, seguida por Simone de Beauvoir. Apasionada estudiosa del marxismo, logró conocer a León Trotsky, con quien pudo discutir ideas respecto de la situación rusa del momento, así como también sobre la doctrina marxista y el régimen de Stalin. En 1934, por decisión propia, pidió una licencia y se sumó a trabajar junto a los obreros como operaria en la fábrica Renault. Participó junto a grupos anarquistas en la Guerra Civil Española para pelear contra el régimen franquista y también intentó ingresar a Francia como combatiente. Poco tiempo después le diagnosticaron tuberculosis y, según las crónicas de la época, se negó a ingerir los alimentos prescriptos por su estado de salud. Murió el 24 de agosto de 1943. Toda su obra fue conocida en forma póstuma.