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La vida son recuerdos.
Nos pasamos la vida recordando.
¿En qué momento nos conocimos? ¿Dónde habré dejado las llaves? ¿A quién me recuerda esta canción? ¿A qué hora era la reunión?
Algunas veces nos gusta echar la vista atrás para recordar momentos vividos, días especiales y personas que ya no están pero que, allí donde estén, nunca querrás olvidar.
Otras, en cambio, nuestra mente nos hace retroceder a justo todo lo contrario: a momentos que no quieres recordar, días que desearías no haber vivido y a personas que ya no pintan nada en tu vida.
Ahí, acurrucados y almacenados en nuestro cerebro, admiran el paso de nuestra vida.
Nuestros recuerdos, buenos o malos, nos van convirtiendo en todo lo que somos.
Recitado por el autor.
Nací en Vigo una madrugada de octubre. Siempre fui un niño normal. Algo tímido e inseguro. Y enamoradizo. Me acuerdo de que escribía cartas de amor. Había una chica en el colegio que me encantaba y le escribía, aunque no me hacía ni caso. En el cole, regular. Me gustaban más las asignaturas de letras. Leía mucho en casa. Mi madre siempre me traía los libros del Círculo de Lectores. Me encantaban los de miedo. Me podía pasar horas repasándolos en la cama. Y el tiempo fue pasando, poco a poco. Me enamoré alguna vez. Siempre arriesgando, aunque saliera mal. Dejé de ser tan jovencito para ser simplemente joven, dentro de mi cara aniñada. Escribiendo.Una noche bastante llena de soledad y con mucha lluvia fue la primera vez que escribí una frase sobre algo que me estaba pasando en esa época. En Twitter. Supongo que ahí empezó todo. La gente me leía, y cada vez más. Gente que se sentía identificada conmigo. No me podía creer que alguien leyera con ganas mis pensamientos.Llegaron mis libros. Casi sin querer. Cuando abras el paracaídas. 1775 calles. Historias de un náufrago hipocondríaco. Con un cassette y un boli bic. Sempiterno. Recordar contraseña. Incondicional. Ya no quedan ciudades. Ojalá. Llegaron después muchas firmas en muchas ciudades. Ejemplares por miles de casas. Y ahí sigo sonriendo, ilusionado como el primer día. Como el primer ejemplar.La verdad que no tengo mucha biografía, pero sí muchos sueños.
Nací en Vigo una madrugada de octubre. Siempre fui un niño normal. Algo tímido e inseguro. Y enamoradizo. Me acuerdo de que escribía cartas de amor. Había una chica en el colegio que me encantaba y le escribía, aunque no me hacía ni caso. En el cole, regular. Me gustaban más las asignaturas de letras. Leía mucho en casa. Mi madre siempre me traía los libros del Círculo de Lectores. Me encantaban los de miedo. Me podía pasar horas repasándolos en la cama. Y el tiempo fue pasando, poco a poco. Me enamoré alguna vez. Siempre arriesgando, aunque saliera mal. Dejé de ser tan jovencito para ser simplemente joven, dentro de mi cara aniñada. Escribiendo.Una noche bastante llena de soledad y con mucha lluvia fue la primera vez que escribí una frase sobre algo que me estaba pasando en esa época. En Twitter. Supongo que ahí empezó todo. La gente me leía, y cada vez más. Gente que se sentía identificada conmigo. No me podía creer que alguien leyera con ganas mis pensamientos.Llegaron mis libros. Casi sin querer. Cuando abras el paracaídas. 1775 calles. Historias de un náufrago hipocondríaco. Con un cassette y un boli bic. Sempiterno. Recordar contraseña. Incondicional. Ya no quedan ciudades. Ojalá. Llegaron después muchas firmas en muchas ciudades. Ejemplares por miles de casas. Y ahí sigo sonriendo, ilusionado como el primer día. Como el primer ejemplar.La verdad que no tengo mucha biografía, pero sí muchos sueños.