Amanecer

Nací en Vigo una madrugada de octubre. Siempre fui un niño normal. Algo tímido e inseguro. Y enamoradizo. Me acuerdo de que escribía cartas de amor. Había una chica en el colegio que me encantaba y le escribía, aunque no me hacía ni caso. En el cole, regular. Me gustaban más las asignaturas de letras. Leía mucho en casa. Mi madre siempre me traía los libros del Círculo de Lectores. Me encantaban los de miedo. Me podía pasar horas repasándolos en la cama. Y el tiempo fue pasando, poco a poco. Me enamoré alguna vez. Siempre arriesgando, aunque saliera mal. Dejé de ser tan jovencito para ser simplemente joven, dentro de mi cara aniñada. Escribiendo.Una noche bastante llena de soledad y con mucha lluvia fue la primera vez que escribí una frase sobre algo que me estaba pasando en esa época. En Twitter.  Supongo que ahí empezó todo. La gente me leía, y cada vez más. Gente que se sentía identificada conmigo. No me podía creer que alguien leyera con ganas mis pensamientos.Llegaron mis libros. Casi sin querer. Cuando abras el paracaídas. 1775 calles. Historias de un náufrago hipocondríaco. Con un cassette y un boli bic. Sempiterno. Recordar contraseña.  Incondicional. Ya no quedan ciudades. Ojalá. Llegaron después muchas firmas en muchas ciudades. Ejemplares por miles de casas. Y ahí sigo sonriendo, ilusionado como el primer día. Como el primer ejemplar.La verdad que no tengo mucha biografía, pero sí muchos sueños.

Nací en Vigo una madrugada de octubre. Siempre fui un niño normal. Algo tímido e inseguro. Y enamoradizo. Me acuerdo de que escribía cartas de amor. Había una chica en el colegio que me encantaba y le escribía, aunque no me hacía ni caso. En el cole, regular. Me gustaban más las asignaturas de letras. Leía mucho en casa. Mi madre siempre me traía los libros del Círculo de Lectores. Me encantaban los de miedo. Me podía pasar horas repasándolos en la cama. Y el tiempo fue pasando, poco a poco. Me enamoré alguna vez. Siempre arriesgando, aunque saliera mal. Dejé de ser tan jovencito para ser simplemente joven, dentro de mi cara aniñada. Escribiendo.Una noche bastante llena de soledad y con mucha lluvia fue la primera vez que escribí una frase sobre algo que me estaba pasando en esa época. En Twitter.  Supongo que ahí empezó todo. La gente me leía, y cada vez más. Gente que se sentía identificada conmigo. No me podía creer que alguien leyera con ganas mis pensamientos.Llegaron mis libros. Casi sin querer. Cuando abras el paracaídas. 1775 calles. Historias de un náufrago hipocondríaco. Con un cassette y un boli bic. Sempiterno. Recordar contraseña.  Incondicional. Ya no quedan ciudades. Ojalá. Llegaron después muchas firmas en muchas ciudades. Ejemplares por miles de casas. Y ahí sigo sonriendo, ilusionado como el primer día. Como el primer ejemplar.La verdad que no tengo mucha biografía, pero sí muchos sueños.

Valladolid era el lugar perfecto para nacer. Con el paso de los años me he ido enamorando cada vez más de sus calles, de la vida a través de ellas y las emociones que me transmiten cada uno de sus rincones a pesar de seguir odiando todos los instantes de su invierno. Además este año me han concedido el premio Jóvenes Valores de la ciudad de Valladolid. Soy maestro en Educación Infantil, aunque ahora mismo las letras han dejado esa profesión en stand by. En los últimos años me he dedicado a escribir libros, como Abrázame los monstruos, Huir de mí, que fue Premio ESPASAesPOESÍA 2019 y No quiero otro invierno sin mí —que forman la Trilogía del Invierno—, así como Amor revolución donde hago un resumen de todas las frases que me he llevado durante años en mis viajes por el mundo. Han pasado ya seis desde la publicación de mi primer libro y este sueño sigue haciéndome viajar cada día a todos los rincones de mi corazón. Quiero seguir enamorándome. Puedes encontrarme a diario en mis redes sociales: Instagram, Twitter, Facebook y TikTok como @Redry13, en mi web Redry.es y siempre en mis libros.